distance is a state of mind
distance is a state of mind
(Fotografía y texto. 2014–2016)
en una de sus canciones, los Beatles dijeron when it rains and shines, it’s just a state of mind. pero a mí me parece que el tiempo aclimata nuestra manera de sentir. y también que cada uno de los lugares a los que llevamos nuestro cuerpo, impregnan y alteran su piel y su interior para que aprenda a respirar en ellos. yo no suelo ser tajante pero lo he sentido muy adentro. mira, hace tiempo mi mandíbula se transformó en branquia para resistir la permanencia de la lluvia y, años después, mis tripas se volvieron metálicas. y todo eso fue por culpa del exterior. para habitar un lugar (para sobrevivirlo), el cuerpo muta y aprende y, a veces, también se camufla.
igual piensas: pero si después de convertir unas tripas metálicas tienes que resistir otra vez el peso de la lluvia, ¿cómo haces para que no se oxiden? pues ahí está lo difícil, claro: cómo seguimos trasladando nuestro cuerpo de un lugar a otro sin que nos duela tanto. cómo sobrellevamos la necesidad de estar en otros sitios cuando no somos en ninguno.
ante la imposibilidad de abarcar todos los desplazamientos necesarios para asegurar nuestra supervivencia, el cuerpo se inmoviliza en un cubículo que lo proteja de importantes acontecimientos climáticos (como la lluvia torrencial o el sol del mediodía). desde ahí los vínculos emocionales (que nos habían ayudado a regular nuestra temperatura corporal) se redefinen trazando líneas en los mapas para medir y acotar el volumen de ternura que podemos recibir. ahora todo está en otra parte y el cuerpo está solo.
desde esa estancia interior, los reflejos del mundo entran a través de una ventana de manera tenue y bella, discreta, ralentizada, como una brisa de aire caliente a las ocho de la tarde. recostamos el cuerpo sobre el suelo para observar esos movimientos en el techo y notamos que sus entrañas están cansadas. buscamos la hipnosis en las luces para hacerle creer que, por un momento, está en otro sitio, cerca de otro cuerpo.
(estancia y distancia son palabras muy similares.)
poco a poco, en un punto muy concreto entre el esófago y el vientre, se va construyendo una amalgama densa. tiene el peso de un ave vieja y piel de nectarina. apenas se deshace, solo de vez en cuando, en pequeños grumos, como los de las galletas arenosas que vienen en cajas de metal. entonces empiezas a anotarlo todo. (empiezas a notarlo todo). apuntas: cada una de las caras que conoces, cada uno de los sitios en los que dudaste de algo, todos los sonidos que te hicieron pensar en otra cosa y también los olores que convirtieron un momento en una memoria. el espacio ahora es otro y las líneas de los mapas se transforman.
esta soledad es remediable mientras haya posibilidad de registro. este registro es remediable mientras haya posibilidad de memoria. esta distancia es remediable mientras sea un estado de ánimo.
igual piensas: pero si después de convertir unas tripas metálicas tienes que resistir otra vez el peso de la lluvia, ¿cómo haces para que no se oxiden? pues ahí está lo difícil, claro: cómo seguimos trasladando nuestro cuerpo de un lugar a otro sin que nos duela tanto. cómo sobrellevamos la necesidad de estar en otros sitios cuando no somos en ninguno.
ante la imposibilidad de abarcar todos los desplazamientos necesarios para asegurar nuestra supervivencia, el cuerpo se inmoviliza en un cubículo que lo proteja de importantes acontecimientos climáticos (como la lluvia torrencial o el sol del mediodía). desde ahí los vínculos emocionales (que nos habían ayudado a regular nuestra temperatura corporal) se redefinen trazando líneas en los mapas para medir y acotar el volumen de ternura que podemos recibir. ahora todo está en otra parte y el cuerpo está solo.
desde esa estancia interior, los reflejos del mundo entran a través de una ventana de manera tenue y bella, discreta, ralentizada, como una brisa de aire caliente a las ocho de la tarde. recostamos el cuerpo sobre el suelo para observar esos movimientos en el techo y notamos que sus entrañas están cansadas. buscamos la hipnosis en las luces para hacerle creer que, por un momento, está en otro sitio, cerca de otro cuerpo.
(estancia y distancia son palabras muy similares.)
poco a poco, en un punto muy concreto entre el esófago y el vientre, se va construyendo una amalgama densa. tiene el peso de un ave vieja y piel de nectarina. apenas se deshace, solo de vez en cuando, en pequeños grumos, como los de las galletas arenosas que vienen en cajas de metal. entonces empiezas a anotarlo todo. (empiezas a notarlo todo). apuntas: cada una de las caras que conoces, cada uno de los sitios en los que dudaste de algo, todos los sonidos que te hicieron pensar en otra cosa y también los olores que convirtieron un momento en una memoria. el espacio ahora es otro y las líneas de los mapas se transforman.
esta soledad es remediable mientras haya posibilidad de registro. este registro es remediable mientras haya posibilidad de memoria. esta distancia es remediable mientras sea un estado de ánimo.
PROYECTOS PERSONALES
antes de nada HÍBRIDO, WIP
Un lugar desprazado coma o meu corpo FOTOGRAFÍA, 2024
eu non quero ser triste VÍDEO, 2022
nana VÍDEO, 2021
veo veo VÍDEO, 2021
Unhidden FOTOGRAFÍA, 2015–2016
Memorabilia III Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio FOTOGRAFÍA, 2017–2020
Memorabilia II La fotografía velada es espacio para una propuesta de memoria INSTALACIÓN, FOTOGRAFÍA Y VÍDEO, 2015–2016
Memorabilia I distance is a state of mind FOTOGRAFÍA Y TEXTO, 2014–2016
Biopsias FOTOGRAFÍA, 2014–2015
︎ Installation views
︎Portfolio