“La luz que se va por un pasaje de reflejos
y regresa a sí misma:
es una mano que se inventa
un ojo que se mira en sus inventos.
La luz es tiempo que se piensa.”

(Octavio Paz)

A partir de una invitación para habitar, mirar e intervenir el espacio museístico de Can Framis (Fundació Vila Casas, Barcelona), tomamos la cámara como ente sensible y sensitivo a los cambios que el exterior (la luz) genera en el interior (el cuerpo en el espacio). Tras largas jornadas dedicadas a mirar y anotar las direcciones afiladas de los rayos del sol, incorporamos una cámara analógica que nos permita registrar el acontecimiento lumínico.

El tiempo necesario para la observación y para el pensamiento, se encuentra con el tiempo imprescindible para la toma, el revelado y la revelación fotográficas, ese instante en el que la imagen positivada aparece ante nuestra mirada y nos devuelve un nuevo espacio bidimensional en el que todos los elementos encajan y forman parte de una misma idea espacio-temporal, solo posible dentro del perímetro sensible de cada fotografía.